LA DUQUESA DE LA VICTORIA DE LA CAJA DE CERILLAS
En el s. XIX los impresores enseñaban al pueblo iletrado el mundo que rara vez podían visitar y conocer. Eran tiempos en los que las técnicas de cromolitografía y otras, permitían hacer estampillas religiosas que difundían la fe , fabricar los cromos que proporcionaban atractivo a los chocolates... y las cajas de cerillas tenían hermosos cartones. ¡Estamos en el inicio de la publicidad! En el siglo XIX la mayoría de la población no sabía leer ni escribir y las imágenes eran escasas y muy valiosas. Existían muy pocas revistas ilustradas y la fotografía estaba en sus inicios. Eran años difíciles y las gentes necesitaban saber, tener señas de identidad y modelos a seguir en una sociedad sumida en guerras civiles, coloniales y con una enorme inestabilidad del sistema político y económico. Las mejores imágenes publicitarias, las que podían ver todo el mundo y conservarse durante un tiempo fueron las cajas de cerillas cuyos recipientes se rellenaban y permanecían en la cocina